miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mi peor maestro de la secundaria


Este es mi escrito sobre mi peor maestro y lo realicé en forma de relato:



Era un nuevo año, ingreso a un nuevo colegio, desconocía por completo sus interiores, su ambiente y sus funcionarios. El pensar en esto me llenaba de temor, pero a la vez  me sentía más ansioso porque se llegara el día en que empezaban clases.
Llegó el momento, el día estuvo claro y se pasó rápido con una breve bienvenida por parte de los  docentes. Al día siguiente nos dividieron en varios grupos, yo entré al grupo tres de grado decimo, tras una presentación muy sencilla por parte del tutor y sus respectivos estudiantes nos mostraron los horarios y  empezamos clases inmediatamente.
Recuerdo muy bien que mi primera clase era de algebra así que busque el salón y me senté frente a el en compañía de mis nuevos compañeros a esperar  a que llegara el profesor asignado para que nos diera clase. Estaba allí sentado, la quietud el silencio y el aburrimiento hizo que el sueño cayera sobre mi luego de haber esperado treinta minutos a que llegara el dichoso profesor, pasó un poco mas de tiempo y nunca llegó, el grupo se reunió y se llego a la conclusión de no esperar mas e irnos y esperar la próxima clase que a propósito se acercaba muy despacio.
Luego de una larga e insípida tarde acabaron las clases, llegué a casa no cansado pero si un poco estresado, aun no me acostumbraba a este nuevo espacio; al día siguiente me alisté y emprendí camino al colegio, cuando llegue a clase de matemáticas nuevamente, me senté a esperar nuevamente durante 15 minutos a que llegara el profesor mientras analizaba la estructura de las paredes y las escaleras ya que tenían una forma extraña y muy peculiar. Por fin llego el hombre, le mire de arriba hacia abajo observando su figura física. Su bigote era grueso, era un poco gordo y de aspecto rudo; cuando ingresamos en el aula.  De una manera simple y ruda nos saludo, pidió que tomásemos asiento, nos dio la temática y empezamos clase al instante. Pasaron algunas clases y avanzaban cada vez mas rápido, en esta materia me sentía extraño ya que no sentía el aprendizaje, el profesor usaba una didáctica poco factible para nuestra enseñanza y además era muy reservado puesto que escribía mucho pero casi no hablaba ni explicaba con claridad, no era su costumbre atender a los alumnos con frecuencia y a nosotros como alumnos se nos dificultaba tratar de establecer una relación con el.
En un abrir y cerrar de ojos se llegaron los días de los exámenes, yo era muy inquieto y muy curioso así que me recorría el colegio molestando a mis amigos y haciendo algunas travesuras, así que me tome la molestia de llegar un poco mas temprano a clases y cerrar  las puertas y sumergir algo de chicle entre las cerraduras con el fin de posponer los exámenes un poco mas, así fueran treinta minutos, y efectivamente así sucedió. Mientras me sentaba a esperar  que arreglaran la cerradura y lograran abrir la puerta para poder presentar los exámenes divague un poco y nade entre un mar de ideas y travesuras que podría realizar; de un momento a otro me llamaron y me dijeron que se había cambiado el lugar del examen y me dirigí al nuevo salón donde me esperaba el profesor malhumorado por la broma de “algún bromista vulgar y anónimo”, cuando entre en el aula noté que la gente tenia cara de tristeza y sentí al instante un ambiente desagradable y confuso, cuando el maestro repartió los exámenes todos miraron hacia el frente con una cara de temor tan grande que comprendí que nadie sabia absolutamente nada y todos tenían muchos huecos y dudas en cuanto a la materia.
Pasaron varios días y todos corrían de un lado a otro para mirar los resultados de los exámenes que se publicaban en un muro que quedaba cerca del salón de profesores, unos hacían caras felices, otros con un poco de tristeza y furor peleaban contra la pared y yo que acababa de llegar busque mis notas y me relaje cuando vi que no iba mal hasta que mire la nota de matemáticas… Hablé con mis compañeros del grupo y comparamos notas y ¡oh, que sorpresa! Todos habíamos perdido el examen, así que analice la situación y concluí que el era un mal maestro. Hablamos con otros profesores, coordinadores y demás personal del área administrativa pero solo nos decían que pasáramos la queja por escrito, de hecho eso hicimos pero nunca sucedió nada. Posteriormente a eso el se entero de nuestros actos y empezó a guardar un poco de fastidio y bronca por nosotros;, solía decir que éramos brutos, y que no todo nos tenían que explicar, las clases (las pocas que quedaban) se hicieron rígidas y atormentadoras, el profesor se volvió mas rudo y empezó a explicar todo de nuevo a las carreras y de mala gana, en fin se aprendió un poco mas que antes pero no era suficiente con eso, así que nos toco realizar cierto tipo de investigaciones por nuestra cuenta y estudiar fuertemente para poder interpretar algo que por obligación se necesitaba que fuese explicado por un profesor ya que entendíamos muy poco si no nos  transfería el conocimiento y procedimiento otra persona, pero no había esa persona, entonces solo  lo dejamos así refuerzos en grupo y ya no mas.
Nos preparamos para la recuperación del examen no tan bien preparados pero si mejor que antes, así que recibimos las hojas y empezamos a resolver dicho examen, cuando leí los puntos pude ver su fastidio hacia nosotros desplegado en la hoja, y pensé “este examen está una mierda” y sin querer se me salió de la boca un “aj este cucho marica nos jodió otra vez” de un momento a otro todo el grupo soltó una carcajada y el profesor simplemente se paró de su puesto y me saco del salón anulándome el examen… al final salió el empezó a salir el grupo ya con su nota definitiva de la materia como tal, unos pasaron y salieron alegres casi saltando, muy pocos perdieron y salieron con la cara baja y un poco tristes, el resto seguía allí luchando con el mar de números indescifrables. Después de un rato salió el resto del grupo y el profesor junto con ellos, me miro y me dijo – a coordinación-. Allí dentro estaba el coordinador mirándome de un manera investigativa, como si tratara de analizarme según mi aspecto físico, entonces el profesor sin presentarme ni anda solo empezó a hablar sobre mi conducta y mi “mal desempeño académico”, cuando se refería a mi no me nombraba solo decía –este muchachito es insoportable, mal educado, su nivel académico es muy bajo y sobre todo- resaltando esto ultimo como si fuese a gritarlo a todo el colegio:-una muy, pero muy mala influencia para sus compañeros-, el coordinador empezó a escribir una serie de cosas en su computador y me miraba algo malhumorado, de repente imprimió una hoja y me la paso, cuando la leí era una citación de acudiente por mi pésima conducta según el criterio de dicho profesor. En ese momento solo mire de abajo hacia arriba al dichoso profesor con una mirada tan profunda que lo ultimo que pensé antes de salir de la oficina fue en  este es mi peor maestro.