Este es mi escrito sobre mi peor maestro y lo realicé en forma de
relato:
Era un
nuevo año, ingreso a un nuevo colegio, desconocía por completo sus interiores,
su ambiente y sus funcionarios. El pensar en esto me llenaba de temor, pero a
la vez me sentía más ansioso porque se
llegara el día en que empezaban clases.
Llegó
el momento, el día estuvo claro y se pasó rápido con una breve bienvenida por
parte de los docentes. Al día siguiente
nos dividieron en varios grupos, yo entré al grupo tres de grado decimo, tras
una presentación muy sencilla por parte del tutor y sus respectivos estudiantes
nos mostraron los horarios y empezamos
clases inmediatamente.
Recuerdo
muy bien que mi primera clase era de algebra así que busque el salón y me senté
frente a el en compañía de mis nuevos compañeros a esperar a que llegara el profesor asignado para que
nos diera clase. Estaba allí sentado, la quietud el silencio y el aburrimiento
hizo que el sueño cayera sobre mi luego de haber esperado treinta minutos a que
llegara el dichoso profesor, pasó un poco mas de tiempo y nunca llegó, el grupo
se reunió y se llego a la conclusión de no esperar mas e irnos y esperar la próxima
clase que a propósito se acercaba muy despacio.
Luego
de una larga e insípida tarde acabaron las clases, llegué a casa no cansado
pero si un poco estresado, aun no me acostumbraba a este nuevo espacio; al día
siguiente me alisté y emprendí camino al colegio, cuando llegue a clase de
matemáticas nuevamente, me senté a esperar nuevamente durante 15 minutos a que llegara
el profesor mientras analizaba la estructura de las paredes y las escaleras ya
que tenían una forma extraña y muy peculiar. Por fin llego el hombre, le mire
de arriba hacia abajo observando su figura física. Su bigote era grueso, era un
poco gordo y de aspecto rudo; cuando ingresamos en el aula. De una manera simple y ruda nos saludo, pidió
que tomásemos asiento, nos dio la temática y empezamos clase al instante. Pasaron
algunas clases y avanzaban cada vez mas rápido, en esta materia me sentía extraño
ya que no sentía el aprendizaje, el profesor usaba una didáctica poco factible
para nuestra enseñanza y además era muy reservado puesto que escribía mucho
pero casi no hablaba ni explicaba con claridad, no era su costumbre atender a
los alumnos con frecuencia y a nosotros como alumnos se nos dificultaba tratar
de establecer una relación con el.
En un
abrir y cerrar de ojos se llegaron los días de los exámenes, yo era muy
inquieto y muy curioso así que me recorría el colegio molestando a mis amigos y
haciendo algunas travesuras, así que me tome la molestia de llegar un poco mas
temprano a clases y cerrar las puertas y
sumergir algo de chicle entre las cerraduras con el fin de posponer los exámenes
un poco mas, así fueran treinta minutos, y efectivamente así sucedió. Mientras me
sentaba a esperar que arreglaran la
cerradura y lograran abrir la puerta para poder presentar los exámenes divague
un poco y nade entre un mar de ideas y travesuras que podría realizar; de un
momento a otro me llamaron y me dijeron que se había cambiado el lugar del
examen y me dirigí al nuevo salón donde me esperaba el profesor malhumorado por
la broma de “algún bromista vulgar y anónimo”, cuando entre en el aula noté que
la gente tenia cara de tristeza y sentí al instante un ambiente desagradable y
confuso, cuando el maestro repartió los exámenes todos miraron hacia el frente
con una cara de temor tan grande que comprendí que nadie sabia absolutamente
nada y todos tenían muchos huecos y dudas en cuanto a la materia.
Pasaron
varios días y todos corrían de un lado a otro para mirar los resultados de los exámenes
que se publicaban en un muro que quedaba cerca del salón de profesores, unos hacían
caras felices, otros con un poco de tristeza y furor peleaban contra la pared y
yo que acababa de llegar busque mis notas y me relaje cuando vi que no iba mal
hasta que mire la nota de matemáticas… Hablé con mis compañeros del grupo y
comparamos notas y ¡oh, que sorpresa! Todos habíamos perdido el examen, así que
analice la situación y concluí que el era un mal maestro. Hablamos con otros
profesores, coordinadores y demás personal del área administrativa pero solo
nos decían que pasáramos la queja por escrito, de hecho eso hicimos pero nunca sucedió
nada. Posteriormente a eso el se entero de nuestros actos y empezó a guardar un
poco de fastidio y bronca por nosotros;, solía decir que éramos brutos, y que
no todo nos tenían que explicar, las clases (las pocas que quedaban) se
hicieron rígidas y atormentadoras, el profesor se volvió mas rudo y empezó a
explicar todo de nuevo a las carreras y de mala gana, en fin se aprendió un poco
mas que antes pero no era suficiente con eso, así que nos toco realizar cierto
tipo de investigaciones por nuestra cuenta y estudiar fuertemente para poder
interpretar algo que por obligación se necesitaba que fuese explicado por un
profesor ya que entendíamos muy poco si no nos
transfería el conocimiento y procedimiento otra persona, pero no había esa
persona, entonces solo lo dejamos así
refuerzos en grupo y ya no mas.
Nos preparamos
para la recuperación del examen no tan bien preparados pero si mejor que antes,
así que recibimos las hojas y empezamos a resolver dicho examen, cuando leí los
puntos pude ver su fastidio hacia nosotros desplegado en la hoja, y pensé “este examen está una mierda” y sin
querer se me salió de la boca un “aj este
cucho marica nos jodió otra vez” de un momento a otro todo el grupo soltó
una carcajada y el profesor simplemente se paró de su puesto y me saco del salón
anulándome el examen… al final salió el empezó a salir el grupo ya con su nota
definitiva de la materia como tal, unos pasaron y salieron alegres casi
saltando, muy pocos perdieron y salieron con la cara baja y un poco tristes, el
resto seguía allí luchando con el mar de números indescifrables. Después de un
rato salió el resto del grupo y el profesor junto con ellos, me miro y me dijo –
a coordinación-. Allí dentro estaba el coordinador mirándome de un manera
investigativa, como si tratara de analizarme según mi aspecto físico, entonces
el profesor sin presentarme ni anda solo empezó a hablar sobre mi conducta y mi
“mal desempeño académico”, cuando se refería a mi no me nombraba solo decía –este
muchachito es insoportable, mal educado, su nivel académico es muy bajo y sobre
todo- resaltando esto ultimo como si fuese a gritarlo a todo el colegio:-una
muy, pero muy mala influencia para sus compañeros-, el coordinador empezó a
escribir una serie de cosas en su computador y me miraba algo malhumorado, de
repente imprimió una hoja y me la paso, cuando la leí era una citación de
acudiente por mi pésima conducta según el criterio de dicho profesor. En ese
momento solo mire de abajo hacia arriba al dichoso profesor con una mirada tan
profunda que lo ultimo que pensé antes de salir de la oficina fue en este
es mi peor maestro.